martes, 18 de septiembre de 2012

La tutoría y sus ámbitos de intervención

Resumen La tutoría es un proceso de acompañamiento a lo largo de la vida académica de los estudiantes que incide directamente en la permanencia, en el rendimiento académico y en la formación integral de los mismos. Para que este proceso sea exitoso se requiere que la acción tutorial se dirija a dos ámbitos de intervención, el ámbito personal que aborda principalmente los aspectos afectivos del aprendizaje a fin de desarrollar o perfeccionar su evolución social y personal, a través de la atención de los problemas personales, familiares y sociales que impactan en su rendimiento y el ámbito académico que se enfoca prioritariamente al desarrollo o fortalecimiento de habilidades de aprendizaje. Estos dos ámbitos se complementan y fortalecen, por ello deberán ser considerados por el tutor en un mismo nivel de importancia y de acuerdo a las necesidades de cada uno de sus tutorados. Introducción El Programa Institucional de Tutoría Académica de la Universidad de Guanajuato (2003) tiene como objetivo revitalizar la práctica de la docencia brindando a los estudiantes atención personalizada mediante el acompañamiento y apoyo durante su proceso formativo, con el propósito de detectar de manera oportuna y clara los factores de riesgo que pueden afectar su desempeño académico y evitarlos o prevenirlos, para lograr su desarrollo integral. Sin duda alguna, lograr el desarrollo integral del estudiante constituye una tarea sumamente compleja que conlleva un gran compromiso para cada uno de los docentes que desempeña su labor académica en esta Universidad y que nos exige reflexionar y replantear nuestra práctica pedagógica, a fin de convertirnos en guías y promotores del desarrollo integral del estudiante a través de una atención personalizada, en donde se visualiza al estudiante como el actor principal del proceso formativo y se procura un clima de confianza que facilita la comunicación efectiva, cálida y creativa, por ello la visión del aprendizaje y del aprovechamiento del alumno no puede limitarse a los aspectos cuantitativos, sino que requiere contextualizarse bajo la perspectiva de desarrollo humano y de aprendizaje a lo largo de toda la vida, es decir, hay que mejorar cualitativa y trascendentalmente el servicio que se ofrece a los estudiantes. En este contexto será necesario que los programas de tutoría se dirijan y atiendan de forma paralela y en el mismo nivel de importancia, dos ámbitos de intervención, el Personal y el Académico. El ámbito académico que incide principalmente en el desarrollo de habilidades de aprendizaje, hábitos de estudio y de apoyo al perfil de egreso y el ámbito personal, que se dirige a la atención de aquellos aspectos personales, familiares y sociales que impactan en el desempeño académico del estudiantes. La acción tutorial entonces, se convierte en la clave del éxito del estudiante y en consecuencia del prestigio de la institución, pues se estará asegurando la permanencia, el buen desempeño y el desarrollo integral del estudiante, contribuyendo de esta forma al mejoramiento de la calidad de la educación superior en nuestro país. Desarrollo del tema Como fruto de mi experiencia en mi labor como tutor, me permito hacer algunas reflexiones en torno a los ámbitos de intervención de la acción tutorial. Para iniciar esta temática, considero necesario contextualizar con un poco de historia el surgimiento del programa de Acción Tutorial de la Unidad Académica en la que laboro. La Escuela de Enfermería de Irapuato dio inició a este Programa en junio de 2000 con la capacitación del total de los docentes de carrera y algunos de tiempo parcial, implementándose el Programa para la Formación de Tutores de la Universidad de Guanajuato. A partir de esta capacitación, los docentes participantes elaboraron el Plan de Acción Tutorial en donde se estableció el diagnóstico de la situación de deserción, rezago, aprovechamiento escolar, índice de titulación y eficiencia terminal de la unidad académica, el perfil y funciones del tutor, así como los programas de mejora del proceso educativo y de evaluación de la acción tutorial. Este Plan se implementó a partir de enero del 2001 y a lo largo de estos años los tutores se han involucrado de manera comprometida y dedicando tiempo especial a esta actividad. La puesta en marcha de este programa y su permanencia, ha requerido de un trabajo en equipo donde el coordinador compila el qué, el cómo y el cuándo de la acción tutorial y los docentes diseñan, planifican y seleccionan las actividades tutoriales de acuerdo a las necesidades de cada uno de los tutorados. Para asesorar y apoyar a los alumnos se ha necesitado de algo nada fácil de obtener “que los tutores tengan interiorizada su labor” y creo que después de estos años de trabajo se han logrado buenos resultados, apoyada esta labor con la capacitación continua, la socialización de experiencias, el proceso de evaluación y los programas de apoyo de la Unidad, también ha implicado la disponibilidad de los docentes en momentos concretos y específicos para contactar a los estudiantes y realizar las acciones tutoriales, así como la participación consciente y voluntaria de muchos de los estudiantes en este proceso de tutoría. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para que la acción tutorial incida de forma sistemática y total en la formación integral, es decir, que desarrolle actitudes, valores, habilidades y un aprendizaje significativo y para toda la vida, se requiere que el rol que habitualmente ha desempeñado el profesor se transforme para que llegue a ser un guía, facilitador, orientador, tutor o asesor del estudiante y que además se cuente con el apoyo institucional para implementar los programas requeridos de apoyo la actividad tutorial y que son imprescindibles para lograr los objetivos de la tutoría. Así, a través de mi participación en el Programa de Tutoría de mi unidad académica he obtenido evidencias de que los estudiantes requieren en la mayoría de las ocasiones, intervenciones no tanto del ámbito académico, sino más bien necesitan acciones de apoyo en el ámbito personal, pues traen consigo serias problemáticas personales, familiares o sociales que impactan su desempeño académico y que muchos de ellos aún cuando son catalogados como “buenos” estudiantes, repentinamente empiezan a manifestar problemas de reprobación, rezago o deserción, en muchos de los casos. En este contexto, a continuación describiré a que me refiero cuando hablo del ámbito personal y del ámbito académico de la tutoría. Ámbito Personal. En este ámbito de intervención la acción tutorial se dirige a la atención de aquellos aspectos personales, familiares o sociales del estudiante que afectan su desempeño académico. Entre los objetivos de este ámbito se encuentran los siguientes: Que el estudiante se conozca y se comprenda para que tenga una idea clara y objetiva de sus potencialidades Que sea consciente de sus metas e intereses Que decida adecuadamente responsabilizándose de sus decisiones y de su futuro. Que encuentre una clara respuesta a las inquietudes y problemas propios de su edad. El apoyo del tutor en este ámbito se dirige principalmente a los aspectos afectivos del aprendizaje a fin de desarrollar o perfeccionar la evolución social y personal del estudiante. Las acciones del tutor están enfocadas principalmente al fortalecimiento de los procesos motivacionales que favorezcan la integración y compromiso del estudiante con su proceso educativo, a la orientación del tutorado en aquellos problemas personales que están afectando su desempeño académico y en muchos de los casos la actividad se centra en la referencia a los programas de apoyo especial y al seguimiento de las mismas. Otras de las acciones en este ámbito se dirigen a fomentar el desarrollo de un auto concepto real y positivo con un alto nivel de autoestima para favorecer y potenciar su dimensión social, en esta serie de acciones la actividad del tutor se desarrolla en un clima de confianza y respeto, en donde la relación interpersonal y la escucha activa se convierten en las herramientas indispensables para llevar a cabo la tutoría. Sin duda alguna este ámbito representa un reto para el docente, pues hemos sido preparados para intervenir en el área pedagógica y para brindar apoyo académico, sin embargo no se nos ha preparado para enfrentar este otro ámbito y promover realmente en el estudiante el aprendizaje significativo, el autoconocimiento y la autores responsabilidad. Creo que el trabajo en este ámbito ha sido con las herramientas que cada uno de los docentes a creído necesarias y pertinentes, no obstante es necesario recibir capacitación en esta área para que realmente la actividad en este ámbito fortalezca y propicie el desarrollo integral del estudiante y que aunado a esto, el tutor se sienta satisfecho con la actividad realizada. Este ámbito supone no sólo estar al día, sino a la altura de los estudiantes y sus diversas y complejas circunstancias personales, familiares y sociales; implica una gran sensibilidad para saber captar y responder a las demandas y necesidades de los estudiantes, es un ámbito que supone una mayor profundidad y constancia tanto por parte del tutor como del tutorado. Están incluidos aquellos aspectos que favorecen un adecuado y positivo desarrollo de la personalidad y que van más allá del mundo cognoscitivo, sobrepasando la información académico-profesional. Ámbito Académico. En este ámbito se incide principalmente en el desarrollo de habilidades de aprendizaje. Los objetivos están dirigidos a: Que el estudiante conozca sus capacidades y destrezas para el aprendizaje Que sea consciente de lo que debe fortalecer de acuerdo a los contenidos de estudio Que utilice adecuadamente las técnicas de estudio Que se capacite para el trabajo autónomo (aprender a aprender) Considerando estos objetivos, la acción tutorial se basa por un lado, en la ayuda que se les brinda a los estudiantes en los momentos críticos de su desempeño académico como por ejemplo al ingresar a la institución escolar, cuando existen cambios de ciclo, elección de materias o itinerarios, entre otros. Por otro lado, la acción tutorial en este ámbito deberá también enfocarse a la detección y atención de los problemas académicos relacionados con el rendimiento escolar (situaciones de reprobación o rezago), las dificultades de aprendizaje, las actitudes ante el trabajo escolar, los hábitos de estudio y las estrategias de aprendizaje que utiliza cada uno de los tutorados. La acción tutorial debe estar dirigida a apoyar aquellos aspectos que facilitan y garantizan el aprendizaje, es decir enseñar a aprender y aprender a aprender mediante una adecuada metodología y técnicas de estudio. El tutor deberá cultivar y potenciar el pensamiento crítico y creativo de sus estudiantes, descubrir y mantener sus aspectos motivacionales y apoyarle en la ejercitación de técnicas de trabajo intelectual. Este ámbito de intervención supone un mayor protagonismo del docente como guía y facilitador del proceso de aprendizaje de los estudiantes y como acompañante en sus diferentes transiciones académicas, requiere que los tutores tengan a su disposición amplias bases de datos, de fácil e inmediato acceso para consultar o referir a cada estudiante a la información adecuada, también es necesario que el tutor tenga información académica sobre el sistema educativo en el que se encuentran inmersos sus estudiantes, así como información profesional relacionada con el medio laboral que apoye la orientación que sobre aspectos profesionales le sea requerida. Tanto en el ámbito personal como en el académico, la acción tutorial se convierte en una condición inherente a la práctica docente que debe favorecer la integración y participación del estudiante en la vida universitaria, orienta y apoya el proceso de aprendizaje y realiza el seguimiento del mismo, facilita la toma de decisiones en el ámbito personal y académico y favorece el crecimiento del tutorado en su vida personal y profesional. Mediante la intervención del tutor en estos dos ámbitos, se estará en la posibilidad de prevenir las dificultades o problemas que puedan surgir y se implementarán las acciones oportunas; el tutor es el encargado de promover entre los estudiantes el aprendizaje significativo, la actitud de búsqueda y cuestionamiento en torno a los contenidos de aprendizaje, brindar apoyo académico y personal en un ambiente de confianza y respeto, en donde se busca que el estudiante se responsabilice de su propia formación como persona y como profesionista y que el tutor sea un acompañante durante este proceso, detectar las necesidades de apoyo y generar estrategias tutoriales que incidan en la motivación y disposición para el aprendizaje. También es necesario que el estudiante esté consciente de lo que significa y conlleva la tutoría, pues deberá comprometerse a asumir un papel activo como actor de su propio aprendizaje. Es importante mencionar que la intervención del tutor en estos ámbitos, no significa convertir su labor académica en una labor de orientadores o guías espirituales, sino hacer más explícita su participación en el desarrollo del estudiante como persona, que requiere de un proceso de acompañamiento en su procesos cognitivo y emocional. Conclusiones Una de las estrategias importantes para lograr mejores resultados en la acción tutorial es sin duda alguna el seguimiento y evaluación de los Programas Institucionales de Tutoría, analizando y realimentando las situaciones de aprendizaje y las intervenciones de la acción tutorial; ésta será la manera en que se logre superar las dificultades y potencializar las fortalezas de cada uno de los actores del proceso. La manera como el tutor selecciona, organiza y prioriza el conocimiento depende de las orientaciones epistemológicas de su formación disciplinaria, del conocimiento que tenga de las necesidades y potencialidades de los estudiantes y de sus propias orientaciones pedagógicas, de allí la importancia de compartir y socializar a través del debate pedagógico y la reflexión permanente sobre el quehacer tutorial las experiencias de cada uno de los tutores, pues al vivenciales se benefician los estudiantes y el cuerpo de profesores. En ocasiones los estudiantes no saben porque fallan cuando estudian y a través de la tutoría se van dando cuenta de ello y sobre todo se busca la solución conjunta de la problemática encontrada. Los alumnos requieren conocerse a sí mismos y responsabilizarse de sus acciones personales y académicas, pues de ello depende el éxito de las intervenciones en el ámbito personal y es aquí donde el tutor deberá desarrollar estrategias de tutoría que respondan a las necesidades personales y que incidan positivamente en los indicadores de desempeño, reprobación, rezago y deserción. Para desempeñarse efectivamente en los ámbitos académico y personal, es indispensable dotar al tutor de las herramientas y el conocimiento que le permitan intervenir exitosamente y desarrollar la acción tutorial con efectividad y satisfacción, en el marco de la formación integral. Mucho se ha dicho y escrito acerca de la tutoría en la educación superior, sin embargo llevarla a la práctica no es tarea sencilla y requiere de un compromiso por parte de quien participa en este proceso y de recursos institucionales para contar con los programas de apoyo requeridos en base a las necesidades de los tutorados; pues sin ellos el tutor estará realizando su labor en un 50%, porque no se puede asumir que el docente en su papel de tutor sea responsable de resolver toda la problemática que envuelve a los estudiantes en su vida personal, familiar, social y pedagógica sin contar con el apoyo de los programas institucionales. Por ello se requiere de un trabajo en equipo que exige comprensión mutua y colaboración continua entre los tutores y los responsables de los programas de apoyo. El tutor debe estar consciente y asumir que la acción tutorial exige una actuación diferenciada, compleja y cuidadosamente programada, que requiere dedicación y preparación y que es una dimensión de su práctica docente. Es evidente que para que el aprendizaje sea significativo para el estudiante intervienen no solamente las capacidades cognitivas, sino también las capacidades de equilibrio personal, de relación interpersonal y de inserción social y que en la medida que estas capacidades se desarrollen de manera conjunta y en equilibrio, el estudiante entonces logrará su desarrollo integral. Bibliografía Malcampo de Dios, Horacio. Métodos de Intervención psicológica en instituciones de salud . Zapopan, Jalisco. 2000. Universidad de Guanajuato. Dirección de Docencia. Programa Institucional de Tutoría Académica . Guanajuato, Gto. 2003. Universidad de Guanajuato. Dirección de Docencia. Marco de Referencia para la Práctica Docente de Profesores-Tutores de la U.G. Guanajuato, Gto. 2002. Zabala Vidiella Antonio. El constructivismo: concepción sobre cómo se producen los procesos de aprendizaje. En La Práctica Educativa. Cómo enseñar. Ed. Graó. España. 1995. Esperanza García Flores Escuela Preparatoria de San Luis de la Paz Eje II: La tutoría como apoyo a la formación integral del estudiante Temática: Aportaciones para la mejora del proceso formativo de los tutorados